domingo, 5 de julio de 2015




El lenguaje refleja, de manera muy obvia o muy sutil muchos de los problemas o desajustes que caracterizan a los seres humanos.

D
escripción de los trastornos del lenguaje y la comunicación.
Por su naturaleza y para satisfacer sus necesidades, los seres humanos se han visto en la necesidad de comunicarse con sus semejantes a través de señales, movimientos o signos, pues nadie puede existir en un grupo o una sociedad sin alguna forma de comunicación.




William Bortot, nos da a conocer que la comunicación es un fenómeno que establece una relación entre dos o más individuos, basada en el intercambio de mensajes y/o ideas, generando un proceso circular y continuo, es el medio a través del cual se desarrollan todas las relaciones humanas. (Moreno, 2011, pág. 11/ 21)








Trastornos del lenguaje y la comunicación
 
Es importante destacar que el lenguaje refleja, de manera muy obvia o muy sutil muchos de los problemas o desajustes que caracterizan a los seres humanos, así como las competencias y habilidades que los distinguen. Estos trastornos pueden ser evolutivos o adquiridos, los cuales se pueden derivar de enfermedades, demencias  o debido a la vejez, considerando en algunos casos al factor genético entre las causas que constituyen el trastorno. American Speech-Languge-Hearing Association en 1993, expresa las siguientes definiciones: 
Trastornos de la comunicación: consiste en la dificultad para recibir, enviar, procesar y comprender los conceptos o los sistemas simbólicos, verbales, no verbales y gráficos.

Trastornos del lenguaje: son alteraciones de la comprensión o el uso de los sistemas simbólicos hablado, escrito u otros. (Vidal, s.f.)
La influencia de los trastornos del lenguaje y la comunicación puede suscitar la aparición de determinadas situaciones de conflicto lingüístico, ocasionando que se  manifiesten serias dificultades de adaptación e integración dentro de la comunidad lingüística. La pérdida de eficacia en el procesamiento afecta especialmente a varias dimensiones de la atención, a la memoria operativa y al control inhibitorio, y tiene consecuencias sobre el funcionamiento de la comunicación y del lenguaje.














Trastornos del habla y la articulación.
Los trastornos de habla y articulación (THA) hacen referencia a las dificultades persistentes de producción de habla que no son consecuencia de alteraciones neurológicas evidenciables (disartrias, afasias), ni de déficits motores (apraxias) o perceptivos (hipoacusia), ni de malformaciones de los trastornos del habla y de la voz.
Estas dificultades se manifiestan en la ausencia de algunos sonidos en el repertorio fonético del niño y en diversos grados de incapacidad para organizar correctamente las secuencias de sonidos que forman las palabras, sustituyendo unos por otros, asimilando unos a los adyacentes, intercambiando el lugar de dos sonidos en la secuencia, invirtiendo el orden, etc.


Dislalia.



Este trastorno se conoce como alteraciones en la articulación de fonemas, de tipo funcional (no estructural), por inadecuado funcionamiento de los órganos articulatorios. 
Incapacidad para producir uno o varios fonemas de la lengua sin que exista causa orgánica o neurológica que lo justifique, siendo la funcionalidad del aparato fonoarticulador la que se ve afectada. Se trata de una alteración fonética. (Campos & Moreno, 2011)



Según Gallardo y Gallego, admite diferentes modalidades ya que suelen producirse por:









Los procesos de las dislalias pueden ser:

Evolutivas. Serían las dislalias que aparecen para aquellos fonemas que se consideran que están en vía de desarrollo para una determinada edad.
Funcionales. Se trata de alteraciones para la articulación de fonemas que tendrían que estar adquiridos para la edad. (Zambrano, s.f.)







Permitiendo conocer que a las dislalias se las identifica, según El o los fonemas afectados. Para cada uno de estos defectos se proponen procesos de evaluación y ejercicios para su corrección. Al examinar el aparato articulador, el clínico debe evaluar:
La habilidad motora de la lengua: Observando su capacidad para realizar diferentes tipos de movimientos: lentos laterales, lentos verticales, rápidos, y de vibración, capacidad de doblado, etc.

Los labios: Se observa su capacidad de presión, de movimientos y capacidad para sonreír.

El paladar blando: Se verifica su capacidad de movimiento. 

El soplo: Se mide la cantidad, control y dirección de la presión del aire.

La respiración: Se comprueba el tipo de respiración, abdominal o toráxica y la capacidad respiratoria que posee.


Disglosia.

Se conocen como disglosias los trastornos de la articulación de los fonemas causados por alteraciones de los órganos periféricos del habla y de origen no neurológico central, que hace unos años se llamaban dislalias orgánicas. Las dislalias orgánicas pueden tener varias causas y se localizan en diferentes órganos del habla, únicas o asociadas. Pueden diferenciarse entre las malformaciones congénitas, los trastornos del crecimiento, las parálisis periféricas, traumatismos y sus consecuencias. Según su división anatómica podemos diferenciarlas entre: disglosias labiales, mandibulares, linguales, palatinas y nasales.

Es un trastorno de la articulación de origen no neurológico central, sino provocado por lesiones físicas o malformaciones de los órganos articulatorios periféricos. (Coll-Florit, Aguado, Fernandez, Perrelló, & Vila-Rovira, 2014)

Las causas que motivan la disglosia son todos los trastornos que afectan a los órganos responsables de la articulación de los sonidos. Pueden citarse como causas malformaciones congénitas craneofaciales, trastornos de crecimiento, anomalías adquiridas como consecuencia de lesiones en la estructura orofacial o de extirpaciones quirúrgicas, parálisis periféricas, etc.




Según la división anatómica del habla se describen los siguientes subtipos de disglosia:

La disglosia labial: Es la alteración de los fonemas por la alteración de la forma, movilidad, fuerza o consistencia de los labios.



Labio leporino: Labio superior de una persona que está partido por una malformación del paladar. En poblaciones negras es menor, y es mayor en las asiáticas (2-3%). Se presenta en una frecuencia del 4% entre hermanos, del 7‰ entre parientes de segundo grado y del 2-3‰ entre parientes de tercer grado.

Se denomina unilateral cuando la malformación afecta a un solo lado, y bilateral cuando afecta a los dos. Estas malformaciones se clasifican según su tipología y su incidencia.


Labio leporino unilateral simple (LUS)
33%
Labio leporino unilateral total (LUT)
48%
Labio leporino bilateral simple (LBS)
7%
Labio leporino bilateral total (LBT)
12%
Labio leporino medio
Muy poco frecuente

(Coll-Florit, Aguado, Fernandez, Perrelló, & Vila-Rovira, 2014, pág. 60/ 70)


La disglosia mandibular: Es el trastorno de la articulación de los fonemas por la alteración de la forma de uno o ambos maxilares.




  
La disglosia dental: Es el trastorno en la articulación de los fonemas a causas de algunas anomalías, entre los factores etiológicos destacan, los desequilibrios hormonales, herencia, problemas de alimentación, falta de piezas dentarias, maloclusiones, ortodoncia y prótesis.
 


La disglosia lingual: Es la alteración en la articulación de fonemas por un trastorno orgánico de la lengua, causada por parálisis unilateral o bilateral de la lengua, malformaciones y la glosectomía (perdida de parte de la lengua por amputación u otras causas).


 
La disglosia palatina: Es la alteración de la articulación de los fonemas causados por trastornos orgánicos del paladar óseo y del velo paladar. Encontramos diferentes formas: la fisura palatina, bastante frecuente; la fisura submucosa; el paladar corto, y otras anomalías menos frecuentes, como las parálisis funcionales y los traumatismos, yatrógenos o no, que afectan a la región del paladar.


 
La disglosia nasal: Es la alteración en la producción de sonidos del habla por algún proceso patológico que afecta a las fosas nasales y su resonancia.






Trastorno fonológico.

El término trastornos fonológicos se refiere a la dificultad de un niño/a entendiendo el sistema de sonidos y las reglas del habla de nuestro lenguaje que otros niños parecen adquirir naturalmente.  Estos trastornos son más amplios en ámbito y más complejos que simples déficits de la articulación.
El trastorno fonológico se caracteriza porque los menores presentan dificultad con la estructura fonológica de las palabras y por ello la simplifican. Un niño/a con trastornos fonológicos puede pronunciar un sonido mal en ciertas palabras, pero pronunciarlo claramente en otras.  Por ejemplo, la “s” en “sol” puede ser pronunciada claramente, pero la “s” en res puede ser pronunciada como “red”.

Un niño/a con trastornos fonológicos está a más riesgo de desarrollar problemas cuando aprenda a leer o deletrear y está potencialmente a riesgo para otras discapacidades del aprendizaje.  Según maduran los niños con trastornos fonológicos, la mayoría comienzan a entender las implicaciones que tienen sus errores con los sonidos cuando se comunican con otros, y ellos trabajarán más fuerte para corregirlos. (Spivey, 2012)






La teoría distingue tres tipos de Procesos de simplificación fonológica.

·         Relacionados con la estructura: Son procedimientos mediante los cuales el niño simplifica las silabas teniendo a transformarlas en estructuras del tipo consonante + vocal o simplifica la estructura métrica o rítmica de la palabra para facilitar su emisión.
Ø  tren……………t_en
Ø  puente………..p_ente
Ø  pantalón……...pa_talon

·         La asimilación: Son procedimientos mediantes los cuales se cambia un fonema para hacerlo igual o semejante a otro.
Ø  bufanda……………bubanda
Ø  plátano…………….platamo
Ø  mariposa…………..madiposa.
·         Los de situación: Procedimiento donde se sustituye fonemas pertenecientes a una clase, por miembros de otra clase.
Ø  dulce……………….duhse
Ø  guante……………..buante
Ø  puente……………..fuente
Ø   



Trastornos de la articulación y expresión del habla.


La disartria.

La disartria es un término que se da a la incorrecta articulación de los fonemas y que tiene un origen neurológico. La lesión se localiza en las zonas del sistema nervioso central, que gobiernan los músculos de los órganos fonatorios. Las disartrias suelen ser secundarias a una parálisis cerebral infantil, a traumatismos cráneo-encefálicos, accidentes cerebro-vasculares, enfermedades metabólicas, tumores, enfermedades degenerativas del sistema nervioso central.
La sintomatología principal consiste en dificultades para realizar los movimientos articulatorios que son laboriosos, lentos e imprecisos. Dificultades en la coordinación de movimientos para hablar. (Zambrano, s.f.)





Es decir, consiste en un trastorno de la programación motora del habla. Los músculos de la boca, la cara y el sistema respiratorio se pueden debilitar, moverse con lentitud o no moverse en absoluto después de un derrame cerebral u otra lesión cerebral. El tipo y la gravedad de la disartria dependerán de qué parte del sistema nervioso se vea afectada. En literatura especializada aparece con frecuencia el termino anartria, el cual consiste en la ausencia total de articulación debido a insuficiencia neuromuscular, correspondiente al extremo más severo de la disartria.


La disartria se clasifica según la localización de las lesiones en el sistema nervioso.









Características de las disartrias:

·         Hipertonía o hipotonía de los músculos de los órganos fonoarticuladores.
·         Alteración en la respiración, fonación, resonancia, articulación y prosodia.
·         Se producen omisiones, sustituciones, adiciones o distorsiones de uno o más fonemas, siendo los discursos ininteligibles.

Trastornos de la voz y la resonancia.
Cada persona posee características propias en su voz, lo que permite ser identificado fácilmente a través de ella, las variaciones de nuestra voz reflejan emociones (enfado, sarcasmo) o reflejan la personalidad (voz juvenil, voz deprimida). Así la voz representa un papel importante en nuestra identidad.
EI aparato fonoarticulador es el encargado de la ernisión de la palabra ya que está constituido por una gran variedad de órganos, Los principales elementos que contiene son los siguientes: 
Sistema Respiratorio: el cual está integrado por el aparato broncopulmonar y las paredes que al limitarlo condicionan sus movimientos en tres tiempos: inspiración, pausa y exploración,
Sistema de Fonación: que tiene como función principal producir las palabras y esto logra a que aquí se ubica la laringe; aquí se produce la voz.
Sistema de Resonancia: compuesto por la faringe, las fosas nasales y la boca. Este sistema tiene como función principal modular el tono de la voz. 
Sistema Articulatorio: compuesto por el paladar, lengua, mandíbulas, labios, dientes, nervios y músculos que afectan. Su tarea principal es convertir los sonidos en fonemas y por ende en palabras para su posterior utilización en la comunicación. . (Valdéz & Paniagua, 2008)



La voz es el sonido que se produce cuando el aire pasa desde los pulmones a través de la laringe o caja de la voz. La voz se produce en la laringe, lugar donde se encuentran las cuerdas vocales, dos bandas musculares que vibran por la corriente espiratoria de aire de los pulmones para emitir los sonidos, las cuerdas vocales varían en su tensión y forma, según el tono a emitir; el sonido sube a la cavidad bucal o nasal donde los órganos articuladores darán las características propias de cada fonema a emitir, este proceso se lo conoce como fonación. 
En la laringe la nota producida por el soplo de aire es modificada parcialmente por alteraciones en la tensión de las cuerdas vocales y en parte modificando la fuerza del soplo del aire. Consideramos trastornos a aquellas dificultades para la articulación o para la producción clara y fluida, que restan inteligibilidad a la expresión oral.

Las alteraciones de la voz pueden ocurrir en cualquiera de sus características:















Las alteraciones de la voz son:
Afonía: Es la pérdida total de la voz a causa de un estado inflamatorio agudo (gripe, laringitis), un traumatismo, parálisis laríngeas, cuadros psíquicos histéricos. Es decir, se trata de la incapacidad de hablar, trastorno que resulta más grave que la disfonía.





Disfonía: Es la pérdida parcial de la fonación o alteración de la voz en cualquiera de sus cualidades, a causa de un trastorno orgánico o por su inadecuada utilización. Se manifiesta con esfuerzo para emitir un sonido, dificultades para mantener la voz, agotamiento al hablar, variaciones de la frecuencia fundamental, falta de volumen.




Trastornos del ritmo y la fluidez.

Los trastornos del ritmo o fluidez verbal son alteraciones que hacen referencia a modificaciones en el ritmo de la emisión,  afectan al flujo, tasa y/o ritmo del habla.
El ritmo, es el orden acompasado en la sucesión o acaecimiento de las cosas. Refiriéndose al habla es definido como proporción y armonía en la distribución de sonidos, acentos y pausas. La fluidez, que se ve facilitada por el ritmo, tiene que ver con el grado de eficiencia, pericia, destreza o debilidad con que se lleva a cabo una actividad (habla).

Dentro de estos trastornos se encuentran: 
El farfulleo: Es un trastorno en la fluidez y ritmo verbal, que se caracteriza por taquilalia y falta de inteligibilidad.

Taquilalia: La persona habla demasiado rápido, lo que produce distorsiones en el ritmo y la articulación. El lenguaje es errático, confuso, disrítmico, encontrado y suele incluir patrones gramaticales erróneos.
Bradilalia: Es el cuadro opuesto a la taquilalia, la velocidad es excesivamente lenta. También tiene directa relación con la personalidad del individuo. Lo que influye directamente en la interacción con el otro.

La tartamudez o disfemia: Se trata de un trastorno del ritmo del habla con bloqueos, tics, repeticiones o prolongaciones de sonidos que  dificultan la fluidez. Crystal, confirma que el tartamudeo varía enormemente de persona a persona, señala que también varía de situación en situación.










Los comportamientos de la disfemia son:
·         Temblor muscular.
·         Bloqueos.
·         Tensión vocal.
·         Repeticiones.
·         Usos del aire residual. Continúan hablando tras la espiración.
·         Usos de camuflaje: taparse la boca, girar la cabeza, reírse.
·         Evitar la comunicación. Evitarán palabras difíciles, o fingirán sordera.
·         Retraso en la emisión de la palabra. Piensa mucho antes de responder. Reacciones internas: miedo, malestar, vergüenza y culpabilidad.


Evaluación:
Evaluar al niño significa que vamos a observar su forma de hablar para saber en qué medida es problemática. Para ello necesitamos observar los errores de fluidez, describirlos y analizarlos (bloqueos, repeticiones, prolongaciones, etc.). Además necesitamos atender a otras conductas relacionadas que acompañan al lenguaje y al habla y que influyen en el tartamudeo como:

Nivel motor: Por un lado, observar los procesos orales y la coordinación motora para comprobar su funcionamiento. Observar si el habla es excesivamente rápida o si hay problemas de pronunciación o de articulación.

Nivel lingüístico: Se evalúa el desarrollo de los distintos componentes del lenguaje (fonético fonológico, semántico, sintáctico y pragmático) y se comprueba si existen dificultades de pronunciación, organización de la sintaxis, etc.

Aspectos ambientales: Sabemos que el ambiente influye significativamente en el desarrollo emocional, afectivo y social del niño. Así, el niño aprende a utilizar el lenguaje en la relación con otras personas manejando las reglas conversacionales y los turnos de habla en una conversación.

Contexto comunicativo: Hace referencia a aspectos como las reacciones de los padres u otras personas que se relacionan con el niño disfluente; actitudes ante las dificultades o demandas inadecuadas en relación a la capacidad del niño pueden afectar negativamente a su fluidez y ocasionar sentimientos negativos hacia tales situaciones. A su vez, estos aspectos pueden contribuir a la aparición de alteraciones en una fluidez que aún no está adquirida.

Trastornos del lenguaje: afasias.
Los trastornos del lenguaje, se manifiestan desde el retraso simple del lenguaje hasta la pérdida total de las capacidades lingüísticas en el caso de la afasia. Estas alteraciones afectan fundamentalmente al lenguaje, es decir a la calidad y el contenido de los mensajes, al simbolismo de la lengua, tanto en su vertiente comprensiva como expresiva.


La afasia
Es un trastorno adquirido de la comunicación, es definida como una pérdida total o muy significada del lenguaje expresivo o comprensivo/ expresivo, este trastorno es producido por daños en los centros del lenguaje del cerebro, que afecta a la capacidad que tienen las personas de hablar y entender a otras. La mayoría de personas con afasia también experimentan dificultad para leer y escribir.
Un síndrome afásico está determinado por la aparición conjunta de ciertos síntomas, y las clasificaciones clínico anatómicas se basan en la correspondencia que hay entre la localización cerebral de una lesión determinada y la presencia de uno u otro conjunto de síntomas clínicos. (Mercé, Barroso, & Dorado, 2005)


La localización de los síntomas es producto de la maduración de nuestro cerebro, que no es igual en todos los casos, y del tiempo de uso del lenguaje. Y por lo tanto, no tiene por qué seguir exactamente la misma vía de conexiones en todos los casos.
Las causas más frecuentes de lesión cerebral son los accidentes cerebrovasculares, los procesos tumorales y los traumatismos. En las afasias se alteran fundamentalmente los procesos lingüísticos, quedando bien preservadas las capacidades comunicativas. Esto significa que las personas podrán comunicarse utilizando otros medios, tales como los gestos u otros sistemas alternativos.




En una persona con afasia, deben darse las siguientes condiciones: 







Existen diferentes tipos de afasia, según la zona dañada. Para denominar qué tipo de afasia presenta un paciente, se valoran los siguientes parámetros:  


■ Fluidez en el habla.
■ Comprensión auditiva.
■ Expresión oral.
■ Agilidad oral.
■ Automatismos.
■ Repetición.
■ Denominación.
■ Lectura.
■ Comprensión escrita.
■ Escritura




Tipos de afasia:

Afasia global.



Es la más grave, debido a que existe una destrucción masiva de las zonas del lenguaje, se diagnostica cuando el sujeto es incapaz de generar palabras reconocibles y tiene escasa comprensión de la lengua hablada. Afecta además las habilidades para leer y escribir. Se combinan las características de la afasia de Broca y de la afasia de Wernicke, como resultado de lesiones extensas en el hemisferio dominante para el lenguaje.



Afasia de Broca.
 
Se conserva gran parte de la comprensión, mientras que la producción del lenguaje está alterada gravemente. Este trastorno limita la capacidad del sujeto para hablar, posee un vocabulario muy restringido, reducido, lento, fatigoso, con importante dificultad articulatoria. Le resulta muy difícil moldear los sonidos, a pesar de incapacidad para hablar no pierde su comprensión del lenguaje.




La afasia de Broca, por lo tanto, es un trastorno que se puede producir por lesiones en distintas zonas del lóbulo frontal y que se puede, asimismo, sub clasificar de acuerdo con la presencia o ausencia de unas características clínicas determinadas. Se conoce también con las denominaciones de afasia de expresión, afasia motora o afasia anterior.

Afasia mixta no fluente.
Esta terminología se utiliza para definir a sujetos que tienen un habla difícil e inadecuada, hay limitaciones de comprensión que deja a los pacientes con la incapacidad de leer y escribir, se asemeja a una afasia de Broca severa. 




Afasia de Wernicke.
Consiste en la incapacidad para comprender las palabras o para distribuir los sonidos en un habla coherente. Presenta un habla fluida y normal en cuanto a cantidad y melodía, pero desprovista de sentido. Hay problemas en la repetición. Aunque el sujeto mantiene la habilidad de hablar, la lectura y la escritura también están deteriorados.



Las lesiones que provocan este tipo de afasia no suelen limitarse únicamente al área de Wernicke sino que, con frecuencia, se extienden hacia áreas parietales asociativas y afectan a la sustancia blanca. La afectación de las fibras de la sustancia blanca está asociada con un peor pronóstico del trastorno; es decir, con una peor recuperación. También en los casos en los que se lesionan áreas parietales se ha observado una peor recuperación del déficit comprensivo.



Afasia anómica. 
Las personas con esta particular forma de afasia encuentran muy difícil utilizar palabras que tratan de evocar durante la conversación. Esto es especialmente evidente con las categorías de nombre y verbos. El habla puede ser relativamente fluida, sin embargo la incapacidad para conversar a un ritmo expedito a causa de la anomalía deja frustrado al paciente. 




 
Este tipo de trastorno además de presentarse independientemente, constituye la secuela o la alteración residual de la mayoría de las afasias, cuando llegan a una fase crónica; es decir, una fase en la cual ya no se observa una mejora. La anomia hace referencia a la alteración en la capacidad para denominar y encontrar palabras con contenido semántico. Este tipo de afasia, de localización extensa, se ha denominado también amnesia para los nombres o afasia nominal.
El paciente se explica muy a menudo con frases repletas de pronombres y adjetivos demostrativos. Por ejemplo, un paciente trata de decir “necesito un cuchillo”, y el resultado de su producción es: “necesito uno de éstos para cortar lo que tengo en el plato”.


Trastorno especifico del desarrollo del lenguaje TEL. Disfasia.
La influencia de los trastornos del lenguaje y la comunicación puede suscitar la aparición de determinadas situaciones de conflicto lingüístico. No puede negarse la existencia de diversas diferencias sistemáticas en cuanto al discurso verbal de las personas que manifiestan dificultades comunicativas y del resto de los hablantes.



Disfasia.




Es un trastorno específico de la adquisición del lenguaje, a nivel expresivo, comprensivo o en ambos niveles, que no evoluciona espontáneamente hacia la normalización y que es resistente a la intervención logopédica. Actualmente el termino TEL se utiliza más que el termino Disfasia, como la mejor forma de identificar y explicar este trastorno.
 
Según Rapin y Allen, este trastorno se da en niños con una inteligencia normal, sin ninguna deficiencia motora o auditiva, ni problema psicológico, ni dificultad para la comunicación social. (Castro, Giraldo, & Lopera, 2004)

Puede ir acompañado de otras alteraciones lingüísticas, como alteraciones de la comunicación, falta de desarrollo del juego, problemas de memoria, de atención, hiperactividad, etc. Pueden darse como una capacidad intelectual normal, pero que interfiere de manera significativa el aprendizaje académico o las interacciones de la vida cotidiana.





El rango de alteraciones puede ir desde:
Retraso simple: Insuficiencia lingüística, es decir expresión y comprensión inferiores a lo esperado para la edad. Presenta un lenguaje normal, este nivel de trastorno es conocido como dislalia, el cual afecta a niños cuyo desarrollo del lenguaje se inicia dentro de límites normales, pero que presentan un aprendizaje lento para producir los sonidos de las palabras.

Moderado: Retraso más grave en la adquisición de las palabras y en el desarrollo del lenguaje hablado. Presenta una comprensión normal, trastorno de Disfasia expresiva evolutiva, esto afecta a niños con un significativo atraso en su lenguaje expresivo.

Grave: Retraso a un más grave en la adquisición de palabras y en el desarrollo del lenguaje hablado. Presenta una incomprensión deteriorada, conocido como Disfasia receptiva evolutiva. Sordera a las palabras, no tiene acceso a una percepción auditiva.

Trastornos: son retrasos más definidamente estabilizados, afectando más severamente la comprensión lo que incide en la expresión y un desarrollo lingüístico eventualmente desviado y no solo retrasado.


Trastorno del lenguaje mixto receptivo- expresivo.
El trastorno mixto puede ser adquirido o evolutivo, siendo difícil su distinción en no pocas ocasiones, estando asociado a lesión cerebral o a la maduración del sistema nervioso central.
La característica fundamental del trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo (TMLRE) es la alteración tanto del desarrollo del lenguaje receptivo como del expresivo. Así, a las dificultades de tipo expresivo (vocabulario limitado, errores en tiempos verbales, dificultades en el recuerdo de palabras, etc.), se le unen las de tipo receptivo (comprensión de palabras o frases, términos espaciales o de cierta complejidad). No se observa un trastorno puro de lenguaje receptivo ya que si se diese, no habría lenguaje expresivo.
Los síntomas incluyen los propios del principio del trastorno del lenguaje expresivo, así como dificultades para comprender palabras, frases o tipos específicos de palabras, tales términos especiales. Las deficiencias del lenguaje receptivo y expresivo interfieren significativamente el rendimiento académico o laboral, o la comunicación social.


Los trastornos mixtos del lenguaje pueden ser:







Trastornos del lenguaje secundarios a otras condiciones.
Rememorando el tema tratado anteriormente, sobre el trastorno especifico del lenguaje (TEL), considerado como un trastorno del lenguaje lento y retrasado respecto su edad cronológica, que no tenga relación con un déficit sensorial auditivo, motor ni trastorno generalizado del desarrollo, es decir, deben excluirse las alteraciones neurológicas estructurales y funcionales del desarrollo. Haremos una breve referencia a alteraciones del lenguaje que se asocian o son consecuencia o manifestación de problemas que justifican el diagnostico principal.
Ingran clasifica los problemas de la siguiente forma:
·         Defectos mentales.
·         Defectos de la audición o pérdida auditiva.
·         Disfasia autentica.
·         Trastornos psiquiátricos: incluyen la psicosis, el autismo y el mutismo selectivo.

Los defectos mentales.
Se consideran retrasados mentales, aquellos niños que presentan un desarrollo anormal de los procesos psíquicos, fundamentalmente los cognoscitivos superiores, o sea, los que tienen defectos estables de su actividad cognoscitiva( la percepción, los procesos voluntarios de la memoria, el pensamiento lógico verbal, el lenguaje y otros), a consecuencia de una lesión orgánica cerebral.

Esquirol (Francia, 1818) "el retraso mental se caracteriza por ser un déficit intelectual constatable, de origen orgánico e incurable. Es un estado de agenesia intelectual en el cual la inteligencia nunca ha llegado a desarrollarse, a diferencia de la demencia. (Acosta & Pérez, 2009)




Enfoque en la definición de retraso mental.


Criterios para diagnosticar la deficiencia mental


Psicométrico o medida de la inteligencia.

Se considera deficientes mentales a las personas que obtienen puntuaciones en los test de inteligencia por debajo del límite considerado normal.



Adaptación social

Se considera deficientes mentales a las personas que no son capaces de vivir independientemente en la edad adulta.



Biológico o médico

Se considera deficientes mentales a las personas que sufren una lesión o enfermedad grave del sistema nervioso.




Análisis experimental de la conducta

Se considera deficientes mentales a las personas que tienen un déficit de conducta en el que interactúan los factores biológicos y ambientales del pasado y los actuales.




Permitiendo conocer que el retraso mental no es una enfermedad, está relacionado con el funcionamiento intelectual general por debajo de la media, que se origina en el periodo del desarrollo y se asocia con deficiencias en el comportamiento adaptativo. Presenta síntomas en el cual el enfermo no tiene la inteligencia que es habitual en la masa de la población y por lo tanto no se adapta inteligentemente a sus experiencias culturales.

Los defectos de la audición o pérdida auditiva.




La pérdida auditiva o hipoacusia se debe a daños y/o disfunciones en una o más partes del oído y puede ocurrir a cualquier edad y por diferentes razones. Cuanto más tarde se diagnostica, mayor es la pérdida auditiva, e incluso más difícil resulta prevenirla y adaptarse después a las soluciones auditivas. No obstante, la causa general y más común de pérdida auditiva son la edad y la sobreexposición a ruidos fuertes. Las lesiones del aparato auditivo pueden tener su origen en la etapa prenatal, perinatal o postnatal.





Las causas prenatales incluyen: la infección por citomegalovirus, rubéola congénita, toxoplasmosis y sustancias teratógenas.
Las causas perinatales más frecuentes son: el sufrimiento fetal, la prematuridad, la anoxia y los traumatismos obstétricos. 
Las causas postnatales más relevantes son: las laberintitis y meningitis, los traumatismos acústicos y las sustancias ototóxicas (amino glucósidos), pero son las ototubaritis repetidas y la otitis media serosa las causas más frecuentes de hipoacusia en general.
Hay que tener en cuenta que, una hipoacusia se puede manifestar inicialmente como un problema en el comportamiento. Éste será de dos vertientes: con agitación, desobediencia, oposicionismo y agresividad; o con una conducta excesivamente tranquila, con aislamiento y defectos en la socialización.



La Psicosis.




La psicosis ocurre cuando una persona pierde contacto con la realidad. Este trastorno suele provocar cambios en el estado de ánimo y en la forma de pensar dando lugar a ideas extrañas, por lo que resulta difícil entender qué siente la persona afectada. Con el objetivo de comprender en qué consiste la experiencia psicótica, es útil clasificar por grupos algunos de los síntomas más característicos. Donde la esquizofrenia es una enfermedad mental grave, una de las psicosis mayores funcionales, caracterizada por un trastorno caótico del contenido y la forma del pensamiento del paciente, de las percepciones, las emociones y de la conducta.





El lenguaje psicótico, acusa a los trastornos de fondo en un cuadro que se ve acompañado de alucinaciones, incoherencias, desvió del pensamiento, delirio, pobreza de contenido, falta de lógica, conducta desorganizada. Ello se traduce en un vocabulario estereotipado, jerga o invenciones sin sentido, perversiones, expresión emocional inapropiada, fonología distorsionada, asociaciones de palabras idiosincrásicas.



El autismo.




Las alteraciones de la comunicación constituyen uno de los rasgos más importantes del trastorno autista. El autismo es considerado un síndrome psicopatológico, que posee un conjunto de manifestaciones comunes, más o menos presentes en los diferentes casos individuales pero con una frecuencia que permitiría distinguir “subtipos” autistas. El tipo de manifestaciones comportamentales concretas del síndrome dependería, del grado de pérdida intelectual, de la edad, y de factores psicosociales entre otros.
Se considera que las actividades del juego tienen un carácter marcadamente social. Es gracias a las acciones del juego, como los niños aprenden gran parte de sus habilidades para compartir experiencias con los demás y a comprender el entorno en el que viven y se desarrollan.






El niño con autismo y/o conductas autistas tiene una serie de problemas con su capacidad de jugar. Su juego parece inapropiado respecto a la supuesta función de un juguete específico, es muy normal ver que tiren o golpeen un juguete sin tener en cuenta lo que es, no utilizan los juguetes para jugar de modo simbólico o en situaciones que implican fantasías y sólo lo utilizan de manera motora, por ejemplo golpear, o hacer girar, es decir sólo un juego manipulativo y no simbólico.



El mutismo





Es un trastorno adquirido del lenguaje, o desaparición de un lenguaje ya existente, sin que haya lesión cerebral.
Sus síntomas son: 

■ Aparición de las primeras palabras después de los 2 años.
■ La unión de palabras comienza después de los 3 años.
■ Vocabulario muy reducido a los 4 años.
■ Lenguaje telegráfico (ausencia de determinantes y nexos gramaticales).
■ Desinterés comunicativo.
■ La comprensión del lenguaje aparece como superior a la expresión.
■ Niños/as sensibles, tímidos, susceptibles a las bromas sin acabar de integrar su sentido, faltos de seguridad, etc.

El mutismo total: Este trastorno implica una desaparición del lenguaje, repentina o progresiva. Puede ser de tipo histérico, tras un fuerte choque afectivo, o por enfermedad laríngea.

El Mutismo selectivo.
Es una afección por la cual un niño que puede hablar deja de hacerlo generalmente en la escuela o en contextos sociales. El mutismo puede iniciarse progresivamente como consecuencia de una timidez extrema o también a partir de alguna situación estresante (hospitalización, cambio de residencia, etc.), este trastorno puede resultar altamente incapacitante tanto en el terreno educativo como en el social para los niños que lo padecen y siempre representa un problema a tratar.

Launay expresa la siguiente definición de mutismo selectivo. Ausencia del lenguaje ya adquirido, que aparece sólo en determinadas situaciones o ante determinadas personas, sin que exista una causa orgánica o neurológica. (Zambrano, s.f.)

El mutismo selectivo es más común en niños menores de cinco años y su causa o causas se desconocen. La mayoría de los expertos cree que los niños con esta afección heredan una tendencia a ser ansiosos e inhibidos. La mayoría de los niños con esta afección tienen cierta forma de miedo (fobia) extrema.





Los padres con frecuencia piensan que el niño ha optado por no hablar, pero generalmente el niño en realidad es incapaz de hablar en ciertos contextos. Algunos niños afectados tienen una historia familiar de mutismo selectivo, timidez extrema o trastornos de ansiedad, lo cual puede aumentar el riesgo de sufrir problemas similares. 


Trastornos del lenguaje no verbal.

El lenguaje no verbal complementa, acentúa, reemplaza o contribuye a regular lo que decimos con palabras, en ocasiones lo contradice. Estos trastornos conforman un grupo de trastornos de  aprendizaje, de etiología poco clara en la mayoría de los casos, pero se considera un síndrome neurológico como resultado de un daño o déficit funcional en las conexiones neuronales del hemisferio derecho, el cual se encarga de integrar la información procedente de las áreas sensoriales y dar una respuesta global. Por tanto, este trastorno engloba déficit primarios en la percepción táctil y visión espacial, en las habilidades de coordinación psicomotora y el procesamiento de la información no verbal (táctil, visual y perceptiva.)






Anexo



El discurso del rey

Una de las películas de mayor éxito en la actualidad, narra la historia de un rey inglés, Eduardo VI, con problemas de fluencia en el lenguaje, que fue nombrado rey de forma inesperada como consecuencia de la abdicación de su hermano.
Los primeros tratamientos que realizó para superar su problema de fluidez verbal fueron ineficaces. Únicamente mediante  programas de movimientos, de expresión corporal, de ejercicios físicos al aire libre, de música y audiciones musicales y otros más específicos, propios del lenguaje, fue capaz de pronunciar el discurso clave a sus ciudadanos el día de su toma de posesión.
Sugerimos ver la película.
“El discurso del rey” y reflexionar acerca de los métodos empleados para superar la dificultad de fluencia del lenguaje.

Tráiler de la película en español.















IBLIOGRAFÍA.


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